INICIOMONTERÍASNORMAS Y CONSEJOS


NORMAS DE OBLIGADO CUMPLIMIENTO



Tanto en el desplazamiento al puesto como de vuelta al coche, las armas se llevarán descargadas y enfundadas.

 

En el caso de que los puestos sean ocupados por más de una persona, que se pueda considerar cazador, solamente se permitirá llevar un arma al puesto.

 

Al menos uno de los ocupantes del puesto debe ir equipado con un chaleco, gorra o brazalete reflectante, que le permitan ser visto en el monte por los compañeros de armada.

 

Se prohíbe mejorar, moverse o abandonar los puestos para pistear las reses que hayan podido ser abatidas o heridas, durante la celebración de la montería. Las reses heridas se pistean una vez llegue el postor a recogernos.

 

Comprobar donde se encuentran los puestos vecinos a derecha e izquierda para asegurarnos de no tirar en su dirección. Las normas de seguridad en el tiro deben aplicarse con el máximo nivel de exigencia, recordando que ocultos por el monte puede haber perreros, guías, acemileros y guardas, en los lugares más impensados. Por ello, nunca debe dispararse contra el horizonte o viso, y jamás sobre un movimiento de monte o bulto que no haya sido identificado de manera indudable.

 

Caso de herir a una res o que ésta sea agarrada por los perros en las proximidades del puesto, advertirá a los vecinos que va a acudir al remate antes de abandonar el puesto. Si no está seguro de poder rematarlo a cuchillo, esperara la llegada del perrero o de otro montero, pero jamás se dispara en un agarre ni se apartan los perros de la res para realizar el disparo, eso destroza a la rehala. En los agarres siempre a cuchillo.

Respete siempre los cupos establecidos y no tire sobre especies protegidas, varetos, horquillones, bermejos o hembras de jabalí seguida de rayones. No es más montero quien más mata sino quien mejor caza.

 

En caso de discusión con otro puesto por la titularidad de una res, el litigio debe resolverse en el monte, en presencia del postor, y nunca en la casa. Si no hay acuerdo se solicitará la presencia del Capitán de montería quien rastreará desde el tiro hasta el lugar donde se encuentra abatida la res  y dictaminará la propiedad de la res siguiendo la ley montera de la primera sangre. No pierda nunca los buenos modales, la montería ante todo es respeto y educación.

 

Jamás tirar al blanco una vez terminada la montería, despista a los perros que van de recogida y puede herir al personal auxiliar que anda recogiendo las reses.

 

10º Una vez concluida la montería procederemos a marcar todas las reses abatidas colocando una señal visible en el lugar donde se encuentre muerta la res. Es muy conveniente indicar al postor la situación de cada res abatida en el monte para facilitar su recogida.

 

11º No se cortarán trofeos hasta que las reses sean trasladadas a la junta de carnes.

 

12º A la hora de recoger dejaremos totalmente limpio de casquillos de bala y restos de basura nuestro puesto.

 

13º Todos los cazadores deberán estar en posesión de los seguros, licencias y permisos de armas en vigor exigidos por la legislación vigente.


No acatar las NORMAS DE OBLIGADO CUMPLIMIENTO, dan derecho a CINEGÉTICA DE ALCÁNTARA a rescindir el contrato de asistencia a cualquiera de los participantes por esa jornada o cuantas resten para finalizar lo contratado, quedando retenido en concepto de indemnización y perjuicios el 30% del dinero desembolsado.


RECOMENDACIONES



Tener siempre presente que los resultados de una montería son aleatorios y pueden estar sujetos a circunstancias ajenas a los propósitos de organizadores y propietarios. Nadie puede garantizar un resultado en todos sus términos por lo que no es justo valorar la montería mediante índices que se reduzcan a la cobra obtenida. Así deben de ponderarse factores como los de la organización, los compañeros, la calidad de las rehalas y el talante montero, en suma, de la experiencia compartida.

 

Cumplir con puntualidad la cita a la junta, presentándose a los organizadores y compañeros. Permanecer atentos a las instrucciones y sorteos, y no demorar con su ausencia la salida de su armada.

 

  Procurar que los acompañantes en el puesto sean los mínimos o indispensables para evitar el riesgo de accidente. Los acompañantes guardaran el silencio y compostura de respeto para los vecinos de armada.

 

El desplazamiento a pie hacia los puestos debe hacerse en absoluto silencio procurando hacer el menor ruido posible para no alertar a las reses de la zona y poder aprovechar esas inmejorables ocasiones que se presentan recién colocados en el puesto mientras se coloca el resto de las armadas.

En el puesto la quietud, el silencio y la constante observación del monte son la mejor arma para salir victorioso del lance. Desde que nos colocamos hasta que nos recoge el postor todo es montería. Cuando menos te los esperas aparece esa res que intenta salirse del ojeo sin ser vista. Si queremos ganarle la partida nuestra atención, en el puesto, debe ser máxima durante toda la batida.

 

Hay que dejar cumplir las reses al puesto. Hay que tirar las reses cuando tengamos las mayores garantías de que le produciremos una muerte instantánea sin sufrimiento. Tirar reses a larga distancia, provoca generalmente animales heridos que tardan en cobrarse, provocando el sufrimiento innecesario del animal. La caza es mucho más que apretar un gatillo, es ética y respeto, y debemos ser extremadamente respetuosos con los animales a la hora de cazarlos.

 

Valore durante toda la jornada el trabajo de perros y perreros. Disfrute del trabajo de la rehala y felicite a la conclusión de la batida a los dueños de rehala cuyos perros le hayan hecho disfrutar. La montería es mucho más que pegar tiros.